El problema es la renuncia
desde organizaciones de izquierda a unos ingresos redistributivos para
transformar desde lo local las bases de nuestros problemas sociales, ecológicos
y económicos. Ahí está la alternativa.
Ante el
acuerdo presupuestario de Bildu y PSE en el ayuntamiento de Donostia-San
Sebastian, la asamblea de Ezker Anitza-IU de Donostia-San Sebastian
manifiesta que:
-En los
Presupuestos de cualquier institución se concreta la auténtica orientación
socio-económica, no la proclamada, de las organizaciones políticas. En ese
sentido que dos fuerzas que se reclaman de izquierdas consoliden un recorte
generalizado de la intervención pública en la economía local del -10% en
los ejercicios 2011-2013 (de 393.740.806 € en
2011, a 354.786.822 € en 2013), período en que Bildu ostenta
al gobierno municipal, solo puede calificarse como una "gran
decepción". Una demostración de la enorme distancia entre
los discursos y la práctica, entre las palabras y los hechos.
-Conviene
recordar que a diferencia de otras instituciones gobernadas por la izquierda,
Bildu y PSE tienen mayoría y controlan un poderoso instrumento para cambiar la correlación de ingresos y gastos del
Ayuntamiento, como es la política tributaria de las Juntas Generales de
Gipuzkoa. Por lo tanto no cabe escudarse en la inevitabilidad, en
este caso falsa, de los recortes, ya que tanto en la lucha contra el fraude
fiscal, como en reformas tributarias, tienen en sus manos un gran margen de
maniobra. Pero bien al contrario, el recorte
porcentual del presupuesto consolidado en Donostia-San Sebastian supera a otras instituciones del entorno
(-7% Bilbao, y no lejos del -14% del Gobierno Vasco, en el mismo plazo).
-Resulta
evidente una política alternativa es
posible, por la vía de los ingresos redistributivos, lo que lamentablemente
falta es un programa de izquierdas para llevarlo adelante. De esta manera, a la
vez que reconocemos que sus decepcionantes pactos presupuestarios (en
Ayuntamiento y también en Diputación) no se utilizan para desmantelar los derechos sociales y los servicios públicos conquistados
durante años, algo que hubiera sido propio de la derecha y por tanto
inaceptable para sus bases, planteamos que los recortes generalizados que
aplican, suponen una política del avestruz en medio de la enorme crisis
política, económica, ecológica y social a la que se enfrentan los países de
nuestro entorno, y evidentemente también nuestra ciudad. Bildu y PSE renuncian
en estos Presupuestos a que el sector público lidere una salida justa y transformadora
a la encrucijada crucial en la que nos encontramos.
-Entre las
múltiples renuncias a hacer políticas
alternativas cabe destacar: dejadez en la apuesta por una movilidad basada
en la bicicleta y en el tren (frente a la movilidad petroleo dependiente
actual), falta de apuesta decidida por la rehabilitación del envejecido parque
de viviendas, parón en las obras de eliminación de barreras arquitectónicas,
mantenimiento de largas listas de espera en servicios sociales básicos...
-En definitiva
se tratan de unos Presupuestos que además de contribuir a prolongar, con políticas de recorte de gasto público
propias de la ortodoxia neoliberal, un enorme sufrimiento social en una
municipio con más de 12.000 personas en desempleo, desaprovechan otra oportunidad para afrontar transformaciones profundas
y necesarias en los insostenibles sistemas de movilidad y energía, y
en la respuesta asistencial y arquitectónica al envejecimiento de la población.
En suma, renuncian a la puesta en práctica de un programa alternativo desde la
izquierda.